Algunos Beneficios de la Respiración Profunda
- Lynette D. Maestre, MSW
- Dec 13, 2022
- 2 min read
Updated: May 7, 2023

Respirar es lo primero que hacemos al nacer y lo último que vamos a hacer en esta vida. Ocurre automáticamente y sin pensar, ya que respirar es una función involuntaria del sistema nervioso autónomo (como lo serían la digestión o la presión sanguínea). Nuestro cuerpo se nutre de oxígeno y uno de los órganos que más lo consume es nuestro cerebro que, según los estudios, consume aproximadamente un 20% del oxígeno que respiramos.
No obstante, estoy casi segura que si te detienes y analizas cómo estás respirando ahora mismo, probablemente es de manera corta y relativamente rápida. Lo bueno es que a pesar de que respirar es algo que hacemos involuntariamente, también podemos controlar la manera en que lo hacemos. Cuando conscientemente decidimos respirar lentamente, profundo y por la nariz es sorprendente todos los cambios positivos que podemos notar en nuestro sistema nervioso.
Como trabajadora social clínica en ocasiones atendía a pacientes que llegaban a la oficina reportando sentirse sumamente agitados. Muchas veces, al comienzo de la terapia, aceptaban practicar simples ejercicios de respiración profunda guiada, para poder ayudarlos a bajar la tensión. Era siempre reconfortante cuando, casi sin falta, la gran mayoría reportaban sentirse más calmados inmediatamente después del ejercicio.
¿A qué se debe esto?
Esto se debe a que cuando respiramos suave, calmado, lento y profundo nuestro organismo recibe unos beneficios, algunos de los que hablaremos más adelante. Beneficios que se multiplican aún más si hacemos de este ejercicio algo habitual. Tan simple como practicar 5 a 6 respiraciones, inhalando por la nariz, que expandan el diafragma de manera lenta, profunda y consciente, ya sea cuando nos levantamos, antes de acostarnos o cuando sentimos agitación. Se puede hacer sentado, parado o acostado y a cualquier hora del día. Una vez se convierta en un hábito, podríamos incrementar la práctica del mismo o los tipos de respiración diafragmática que utilizamos y sus beneficios serían aún más exponenciales.
A continuación, mencionaré algunos de los beneficios investigados de la respiración profunda:
Ayuda a mejorar la circulación al aumentar la oxigenación de la sangre, entre otras razones.
Puede ayudar a reducir la presión sanguínea por la misma razón que mejora la circulación.
Ayuda a mejorar la capacidad para enfocarse por lo que ayuda al proceso cognitivo.
Disminuye en el organismo los efectos negativos de la hormona cortisol conocida como la hormona del estrés. Por consiguiente reduce el estrés ya que ayuda a relajar el sistema nervioso y promueve sentimientos de calma que bajan la ansiedad.
Ayuda a la relajación muscular y a fortalecer los músculos del torso, lo cual beneficia a atletas o cualquier persona que disfrute de practicar actividades físicas, ya sea esporádicamente o rutinariamente.
Existen otros beneficios, algunos ya estudiados y otros bajo investigación. Lo importante es entender que la práctica de ejercicios de respiración profunda tiene una correlación directa en ayudar a reducir la ansiedad y el estrés. No cuesta nada, no requiere gran entrenamiento y se puede hacer en cualquier lugar, cuantas veces quieras y a la hora que sea. Aunque existen diferentes tipos de respiración profunda, empieza por la más sencilla mencionada aquí y cuando ya sea un hábito expande tus conocimientos para aprender las otras técnicas que existen.
Autora: Lynette D. Maestre, MSW
Comentarios