La Importancia del Buen Dormir para Nuestra Salud Emocional
- Lynette D. Maestre, MSW
- Nov 21, 2022
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Updated: Nov 21, 2022

Si bien muchos sabemos lo importante que es el buen dormir para la salud en general, muchas veces enfrentamos retos con el mismo por un sin número de razones. Algunas personas pierden el sueño por estudios, trabajos, preocupaciones, por adelantar tareas, entre muchos otros motivos. Pero cabe señalar que cuando se torna en un problema involuntario, recurrente o severo siempre es importante consultar a tu médico para descartar cualquier componente de mayor riesgo a tu salud.
La mayoría de los adultos necesitan entre 7 a 9 horas de sueño por noche, pero lamentablemente la falta de sueño recurrente puede afectar nuestra salud psicológica. Muchas personas que padecen de problemas de salud mental también son más propensos a padecer desórdenes del sueño. Es por eso vital tratar de buscar alternativas para trabajar en esta área porque puede ayudar a prevenir o mejorar problemas de salud mental.
Aunque existen muchas causas para experimentar retos en el sueño, ¿qué podemos hacer entonces cuando enfrentamos problemas para dormir? Una de las primeras áreas en la que se debe de trabajar es en mejorar los hábitos del sueño. Esto implica el comenzar a implementar una serie de pasos para crear hábitos más saludables. En el área de la salud mental llamamos a esto higiene del sueño saludable. Algunos de los pasos recomendados son los siguientes:
Hacer actividad física al aire libre de manera regular y preferiblemente a la luz del día para promover un mejor sueño. Según las investigaciones la luz solar afecta de manera positiva a la producción de melatonina (conocida como la hormona del sueño), a nuestro ciclo circadiano (nuestro reloj biológico interno) y a los ciclos del sueño.
Programar una hora específica para acostarte y levantarte todos los días y trata de ser lo más consistente posible en mantener este hábito. Esto va a promover un impacto directo y positivo a nuestro ciclo circadiano. Es importante ser realista con el horario que escojamos ya que, por ejemplo, no quieres escoger acostarte a una hora que sabes nunca tienes sueño.
Evitar comer (al menos que sea recomendado por tu médico) por lo menos una hora antes de acostarte y si es posible hasta dos horas antes. Esto también aplica a cualquier bebida estimulante con cafeína, alcohol y el uso de tabaco.
No usar electrónicos y bajar la intensidad de las luces en tu hogar y tu cuarto por lo menos una hora antes acostarse. Existen muchas investigaciones que hablan de cómo la luz azul que emiten la mayoría de los aparatos electrónicos afectan negativamente al sueño.
Dormir en un cuarto lo más oscuro posible o bloqueando la mayor cantidad de luz externa.
Minimizar o eliminar cualquier sonido que sea posible, dentro de nuestro control, para acostarse a dormir.
Utilizar métodos de relajación de manera rutinaria para ir bajando las revoluciones antes de acostarnos o ya en la cama. Podemos utilizar para relajarnos técnicas provistas por un profesional de la salud mental, libros de relajación, grabaciones de relajación habladas/sonidos o métodos particulares nuestros, que hayan sido usados exitosamente en el pasado.
Hacer de nuestra habitación de dormir un oasis. Esto implica ambientar nuestro cuarto de una manera que nos provea tranquilidad, incluyendo tener una cama y almohadas cómodas, entre otras.
Para que la mayoría de las técnicas previamente mencionadas funcionen, hay que ser consistentes. Hay que tener en consideración que los resultados para un mejor sueño pueden ser graduales y tomar más tiempo del que desearíamos. No obstante, no te desanimes, ya que cada ser humano es distinto. Si entiendes que necesitas mayor ayuda en esta área o no has podido hacerlo por tu cuenta, no dudes en buscar la ayuda de un experto en salud mental. Recibir el tratamiento adecuado de un especialista podría ser lo que necesites.
Autora: Lynette D. Maestre, MSW
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